Es para ti, aunque no lo oigas,
aunque no llegue a la retina de tus ojos, pero tu alma sabe. El cielo para mí
siempre es negro pero yo suelo subir a unas escaleras y lo pinto de azul, a
veces la pintura cae en mis ojos y quedo ciega un breve tiempo, pero cuando al
fin puedo abrirlos, puedo ver ese cielo
iluminado, puedo ver la luz, se que lo pinto yo, parte de mí, se que detrás
está el profundo Universo tan oscuro e inmenso que abruma con sólo pensarlo,
con sólo sentirlo.
Descubriría el mar sino hubiera sido descubierto, descubriría el
misterio de mis manos pero mis ojos se centran en la oscuridad, se han
convertido en ojos de gato que tanto miedo dan. Puedo ver a través de todo,
pues no hay rincones oscuros que no se muestren abiertamente a mí, como flor a
esa luz de la mañana.
Así que te veo, completamente te veo ahí parado dando vueltas en ese
pequeño círculo que te has creado a
medida con miedo eterno a cruzarlo. Cuando te ves con fuerzas, te acercas y
pisas sus líneas pero… bueno, ya tu sabes el resto.
Hiciste algo grande, lograste que abandonara la calma de mi oscuridad y
subí de nuevo a mi escalera. Pinté un cielo muy bonito, estaba incrédula debo
reconocerlo pero la sorpresa me visitó después de un largo letargo y fui cortés
con ella, la seguí. Subí y me temo que después, volví a borrar lo que había
pintado. Resultó un mal sueño del pasado, como una pesadilla burlona que se
repite.
No te culpo, no podría nunca. Recuerda que te veo, veo tu corazón, te he
visto. No entra en mis planes castigar a un niño por no ser adulto, deberá
crecer, a su ritmo es lo bonito de esta Vida.
Sé que pudiera parecer triste o pretencioso, pero no es el caso. Me faltaba
hacer algo que estaba tardando en atreverme, y es quemar mi escalera. Ya no la
necesito, me faltaba el empujón necesario. Gracias.
No debo esperar nada, no debo esperar a nadie. Mi cielo es el Universo
entero, su belleza es inmensa como lo es él, y aunque pareciera estar en la
terrible oscuridad, no lo estoy y el tampoco. Hay miles, millones de estrellas,
yo provengo de una, ahora lo sé con certeza, y me hace sonreír, esos pequeños
puntitos en el firmamento que dibujan figuras en la imaginación del humano, son
mi hogar, en concreto una, hasta se su nombre, Mashina Irl, está muy lejos de
aquí. Una locura parece este expresar de mi alma, lo sé, pero quemar mi
escalera me ha hecho caminar por este mundo un poco más ligera.
Me gustaría desearte algo, y es que no flaquees, no te arrepientas de
nada. Ese círculo está diseñado por tu mente, es una ilusión, esas líneas,
crúzalas, cuando tú puedas, cuando tú así lo sientas, ni antes ni después, eso
sí, cuando lo hagas hazlo conscientemente, sino no tendrá sentido y no servirá
de nada, el círculo así se hará más pequeño y tu asfixia será mayor. No te
deseo mal pues antes de quemar mi escalera caí como el “ángel caído”, su
estruendo en el suelo se oyó en los confines del mundo y rompió sus alas, pero
logró subir a su escalera con sus pies ensangrentados y borró su cielo azul
pintado. Estuvo bien como despedida, estuvo bien pues así lo dictaba la
sabiduría del círculo, un círculo que no debería haber pisado, un círculo que
al fin y al cabo lo había creado el Universo, lo había creado el Amor, y a este “tipo”
no lo somete la razón. Es libre, es Absoluto pues la relatividad no le riza el
cabello, ni construye templos prisioneros.
Soy un poco más libre, y vuelo por el cosmos a la luz de una vela, mi
nave es la música y desde lo alto en esa aparente oscuridad que da alejarse de
este mundo, siento toda su luz, me ilumina los ojos y mi alma, os puedo ver a
ti, a mí, y a todos, ese amor no duele, pues el Amor nunca debería doler, y
aunque está escondido en cada uno de nuestros corazones, hoy te digo que puedo
verlo, hoy puedo sentirlo. Hoy me siento bien al haber quemado mi “Escalera Al Cielo”,
pues el cielo soy yo. Hoy soy ese ser que puede andar e incluso si encarta,
puede arrastrarse por el fango y con sólo escuchar un acorde de guitarra, puede
levantar el vuelo libre como cualquier pájaro, hoy soy el ser que puede abrazar
a cualquier otro ser, pues entiende que este mundo está repleto de círculos que
oprimen a almas bonitas, pero también entiende, que esas líneas se pueden
borrar como dibujos de tiza. Hoy mi alma te toca a ti, y a cualquiera que
quiera ser tocado pues soy un instrumento del Amor, de esa inmensa oscuridad
con diminutas esferas de luz que la iluminan, hoy soy la mano de Dios hecha
carne que acaricia, pues los límites se diluyen como agua. Hoy te invito a que
quemes tu Escalera Al Cielo.
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